Inédito. Grabado en 1995
Compuesto por Rodra y Coco
Para bajar el tema hacer click aquí
La Romana fue uno de esos grupos que, a pesar de tener una base de fans incondicionales importante, grandes músicos y buenos temas, nunca llegó al disco. Tal vez eso fomente las historias sobre shows memorables y códigos secretos.
La Sed es el resultado de una solicitud de la gente de Moon Records de Nueva York (ahora Moon Ska). Luego de haber publicado el tema Pila, Pala y Pasta en el compilado 100% Latin Ska, el sello especializado en música de Jamaica le pidió a la banda que les enviara una canción sobre el alcohol para su próximo disco.
Pedirle a la Romana que cante sobre la bebida es lo mismo que pedirle a un esquimal que lo haga sobre la nieve. El tema era tan omniprescente en los shows del grupo que no había ninguna canción que hiciera un homenaje tan obvio. Había que componer un tema nuevo.
Coco se fue a un restaurant hindú en Santiago de Chile y a lo largo de una larga botella de J&B escribió esta letra surrealista y llena de chistes internos. Hacía tiempo que en los cuentos de Coco el J&B aparecía como un personaje humanizado y con vida propia, pero esta es la primera vez en que era protagonista central.
Para la música, Rodra aportó aires de tango y samples de Edmundo Rivero a un ska denso en la escuela de Ghost Town de los Specials o Warnes de la propia Romana.
La Romana nunca fue una banda de ska de la tercera ola (que recupera la frivolidad del Jamaica Ska mezclándola con la energía punk del ska Two Tone), por lo que esta mezcla de seis minutos de visiones deshidratadas de hombres que cuanto más toman más dolor sienten no mantenía ninguna coherencia con el resto del disco Skankaholics Unanimous: Under the Influence of Ska (cuyo espíritu estaba más cerca del de John Belushi en National Lampoon's Animal College).
El sello cortésmente informó que lamentablemente la grabación había llegado muy tarde para poder incluirla en el disco. Tenían razón en no hacerlo. La banda sabía que, a esta altura, era mejor que La Sed mantuviera una vida propia, tratando de luchar entre el amor y el odio a la bebida. Lejos de apologías innecesarias. Hoy, diez años más tarde, la canción sigue sonando tan sobria como cuando fue grabada.
Todo lo que tomes, Rey Midas,
Se va a transformar en sed